- marzo 25, 2025
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- By Laura García Bustos
Áreas clave de un Due Diligence Tecnológica
Infraestructura Tecnológica
La infraestructura tecnológica es la base sobre la cual operan los sistemas de información de una empresa. Evaluar su solidez, escalabilidad y seguridad garantiza la continuidad del negocio y evitar riesgos operativos. Una infraestructura desactualizada o mal gestionada puede generar costes ocultos y vulnerabilidades críticas.
- Arquitectura de TI: servidores, redes, almacenamiento y computación en la nube.
- Capacidad y escalabilidad de la infraestructura.
- Seguridad de la infraestructura (firewalls, segmentación de redes, etc.).
- Gestión y monitoreo del rendimiento.
Software y desarrollo
El software es el núcleo de muchas empresas, ya sea que utilicen soluciones de terceros o desarrollos propios. Este apartado analiza la calidad del código, las metodologías de desarrollo, la escalabilidad de las aplicaciones y los riesgos asociados a dependencias externas. También se revisan las licencias y la propiedad intelectual para evitar problemas legales.
- Código fuente y su calidad (revisión de código y documentación).
- Metodologías de desarrollo utilizadas (Agile, DevOps, CI/CD).
- Dependencias tecnológicas (librerías, frameworks, APIs).
- Estandarización y mantenimiento del software.
- Evaluación de propiedad intelectual y licencias.
Ciberseguridad y cumplimiento
En un entorno digital, es necesario garantizar la seguridad que permita proteger los activos y datos de una empresa. Aquí se revisan las estrategias de ciberseguridad, la gestión de accesos, la protección contra amenazas y el cumplimiento con normativas internacionales. Las brechas de seguridad pueden representar riesgos financieros y reputacionales significativos.
- Análisis de vulnerabilidades y pruebas de penetración.
- Gestión de identidad y acceso (IAM).
- Políticas de seguridad de la información.
- Cumplimiento con normativas (GDPR, ISO 27001, SOC 2, PCI-DSS, etc.).
- Evaluación de incidentes de seguridad pasados y gestión de respuesta.
Datos y privacidad
Los datos son uno de los activos más valiosos de cualquier organización. Este apartado evalúa la gestión, almacenamiento, seguridad y cumplimiento de normativas de protección de datos (como GDPR). También se analiza la gobernanza de datos y las estrategias de recuperación ante desastres para garantizar la continuidad del negocio.
- Gestión de datos y gobernanza.
- Seguridad y cifrado de datos sensibles.
- Estrategia de respaldo y recuperación ante desastres (DRP).
- Cumplimiento con leyes de protección de datos (ej. GDPR, CCPA).
Operaciones y procesos de TI
Las operaciones de TI deben estar alineadas con los objetivos del negocio. En esta sección se revisan los procesos internos, la gestión de proveedores, la capacidad del equipo de TI y los planes de continuidad ante incidentes. Una mala gestión de operaciones puede derivar en ineficiencias, fallos en el servicio y problemas en la escalabilidad del negocio.
- Gestión de proveedores y terceros.
- Capacidad del equipo de TI y roles clave.
- Planes de continuidad del negocio (BCP).
- Procesos ITIL/COBIT para la gestión de servicios de TI.
- Evaluación de SLAs y desempeño de servicios críticos.
Costes y estrategia financiera
La inversión en tecnología debe ser eficiente y alineada con la estrategia empresarial. En este apartado se analizan los costes operativos y de capital, los contratos con proveedores y los riesgos financieros derivados de una infraestructura obsoleta o deudas técnicas. Una evaluación precisa ayuda a tomar decisiones informadas sobre inversiones futuras.
- Gastos operativos y de capital en tecnología.
- Evaluación de contratos con proveedores de TI y software.
- Riesgos financieros asociados a deuda técnica.
Conclusión
El alcance de una Due Diligence Tecnológica debe adaptarse a los riesgos específicos de la empresa analizada y su contexto. Un análisis detallado permite mitigar riesgos antes de una transacción y optimizar la estrategia tecnológica