- noviembre 11, 2021
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- By Laura García Bustos
En este articulo vamos a comenzar el viaje al Cloud de AWS, Amazon Web Services, a partir de ahora AWS, para aquellos que se inician en esta plataforma de servicios en la nube.
En primer lugar aclararemos la diferencia entre Amazon Retail y AWS, la primera es la tienda online que todos conocemos y la segunda es la plataforma de servicios en la nube. Aunque ambas pertenecen a Amazon son dos empresas distintas, por lo que no podremos usar la cuenta que ya tengamos para nuestras compras en Amazon en AWS.
Una vez aclarado esto vamos a entrar en materia.
Creación de una cuenta en AWS y servicios
Lo primero que necesitaras para empezar es crear tu cuenta de AWS, para ello sólo necesitas tener a mano:
- Correo electrónico
- Número de teléfono
- Tarjeta de crédito
Aunque lo primero es indicar una tarjeta, hay que tener en cuenta que para hacer pruebas y ver cómo funciona la nube de AWS existe lo que se llama una “capa gratuita” o “free tier” que te permite probar muchos de los servicios de AWS de manera gratuita.
Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de capa gratuita, algunos servicios tienen una capa gratuita que sólo se puede utilizar durante el primer año de la cuenta y otras capas gratuitas no tienen este límite de tiempo.
Un ejemplo de capa gratuita es EC2 (las máquinas virtuales el contexto de servicios de computo), con el que puedes levantar un servidor, de cierto tamaño, 750 Horas al mes durante los primeros 12 meses desde la creación de la cuenta. En este caso después del año ya no se aplica esta oferta y te cobrarían el servidor.
En los casos de capas gratuitas sin límite de tiempo suelen tener un límite de usos, como en el caso de Cloudwatch donde la configuración de las primeras 10 alarmas es gratuito en todo momento.
Si quieres conocer más sobre las capas gratuitas puedes hacerlo aquí
Recomendaciones
Una vez creada nuestra cuenta de AWS y como paso fundamental, os recomendamos crear una alarma de facturación (Billing). Esta alarma nos enviará un correo electrónico una vez alcanzada un cierto coste económico, evitando de esta manera cualquier susto a final de mes.
Para ello podéis seguir esta guía Crear alarma de Billing
Debes tener en cuenta que es sólo un aviso que te va a llegar al correo , es decir, no es un límite de gasto, por lo que si alcanzas el valor fijado en la alarma y continuas haciendo uso del servicio, la factura va a seguir creciendo, por eso están importante estar atentos a los correos de AWS.
Si quieres conocer el precio de cualquier servicio existen 2 opciones:
- La calculadora de AWS, aunque inicialmente está pensada para hacer presupuestos y ver los costes en despliegue, siempre se puede utilizar para ver el precio actual real.
- De forma manual utilizando el buscador de Google para consultar el precio de un servicio. Por ejemplo, si quisiéramos conocer el precio de las alarmas de Cloudwatch buscaríamos en Google Cloudwatch precio, entre los primeros resultados encontraríamos algún enlace a aws.amazon.com.
Hay que destacar que los precios varían según el lugar dónde se usan los servicios, ya que AWS permite usar servicios en distintas zonas geográficas llamadas regiones y esto lo hace normalmente la que se encuentre más cerca de ti para luchar contra nuestra enemiga la latencia (la rapidez de comunicación entre los procesos y servicios).
Estarás pensando que todo esto no tiene sentido si AWS está en la nube, pero todos los servicios en la nube tienen al final una serie de servidores repartidos por el mundo. La ventaja de tener estos servicios en AWS es evitar las preocupaciones sobre los servidores físicos al usuario y otros detalles que iras descubriendo con esta serie de iniciación a AWS.
Instancias en AWS
Empezaremos con algo básico, “levantaremos” una instancia, que significa querer usar un servidor virtual. Estaríamos tentados a darle al botón “Launch instances” como locos a ver qué pasa, pero, aunque vayamos a hacer pruebas, vamos a realizar el ejercicio de reflexionar como si lo que vamos a hacer sirviera para algo, es decir, un ejercicio real.
Algunos factores que debes tener en cuenta al utilizar servicios en AWS son:
- Región
- Precio
- Latencia
Región
Como hemos comentado, los servicios de AWS tienen servidores físicos repartidos en varias regiones y por ello tenemos que decidir dónde vamos a poner nuestra máquina virtual. Esta situación la tendremos en la mayoría de los servicios en la nube de AWS, de hecho, no todas las regiones disponen de todos los servicios, aunque si los principales, hay algunas excepciones como el DNS (Route53) o la gestión de identidades (IAM) que están repartidas por varias regiones y sí se definen Globalmente y AWS se encarga de gestiónalos por detrás en varias regiones.
Ya tenemos un primer filtro a tener en cuenta, aunque sea poco restrictivo, para los servicios que queramos elegir. Como ya hemos comentado, la mayoría de servicios están disponibles en todas las regiones, excepto en casos muy específicos o en servicios nuevos que aún no se hayan incluido en algunas regiones.
Precio
Este es otro factor importante a tener en cuenta, aunque está muy ligado a la región que se haya elegido. Entrando en la página de precios de un servicio de AWS verás que en la parte superior hay una tabla de precios, en ella encontrarás un desplegable con las regiones y su precio.
Por ejemplo, no cuesta lo mismo una instancia de Amazon Linux de tipo t3.medium en Irlanda (0,0456 $/Hora) que en Ohio (0,0416 $/Hora), esto es debido a que los costes de cada datacenter no son los mismos y a la economía de escala, a más maquinas menos le cuesta a AWS la unidad.
Es posible que no te parezca mucha la diferencia de 0,6 $ mensuales, pero si lo trasladamos a un caso con varias instancias o una instancia que cueste en Irlanda 122,20 $/hora y en Virginia 109,20 $/hora supone una diferencia de unos 9.700 $ mensuales, una diferencia más notable que debemos tener en cuenta para evitar gastos innecesarios.
Latencia
Otro factor a tener en cuenta en la mayoría de los casos, sobre todo si nuestros sistemas van a dar servicio a clientes, es la latencia. Esto se debe a que cuanto más cerca estén las máquinas que responderán a las peticiones de los clientes, más rápida será la comunicación entre máquina y cliente.
Por ejemplo, si quisiéramos publicar una tienda online que vende en España donde los datos de nuestros clientes se almacenaran en una base de datos, no tiene sentido que esa base de datos se sitúe en Virginia, sino en Irlanda. El tiempo que tardara la petición en cruzar el Atlántico y volver va a ser mayor que en cruzar el Canal de la Mancha, y como sabemos al usuario le gustan las respuestas rápidas.
En el caso de contenidos estáticos tienen una excepción que permite utilizar los CDN (Cloudfront) para resolver los problemas de latencia. Si tienes alguna duda sobre este servicio rápido de entrega de contenido descubre más aquí.
Normativa
Existe un factor menos común pero que puede obligarte a ignorar los anteriores y es la normativa, en algunos casos normativas como la GRPD o la normativa del país en el que esté la sede de tu empresa tenga algunas restricciones, como que prohíba que los datos de los clientes salgan de Europa por lo que tendrías que coger un datacenter en una región europea.
En cualquier caso, es muy probable que elijas la región de Irlanda ya que la mayoría de los servicios y tipologías de instancias están disponibles allí. Por nuestra parte esperamos que para el próximo año abran la región de España en Aragón y así tener una opción más cerca aún.
Esperamos que esta primera entrega sobre el Cloud de AWS te haya resultado de interés y esperamos que te suscribas a nuestra newsletter.
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